El síndrome del túnel carpiano es la compresión del nervio mediano en la muñeca a su paso por el canal carpiano. El atrapamiento del nervio con el tiempo puede hacer que se lesione.
Suele producirse mayormente entre los 40 y 60 años y afecta entre el 1 y el 7% de la población, con una mayor incidencia en las mujeres. Puede producirse en las dos manos (bilateral), aunque la dominante suele ser la más afectada.
Es la enfermedad laboral por sobreuso más habitual, como manipulación manual de cargas, movimientos repetidos, posturas forzadas y neuropatías.
En Villa Regina, la fruticultura es el principal recurso económico y concentra más del 20 por ciento de la producción de manzana y más del 28 por ciento de la pera de la región Patagónica. Esta actividad consta de labores que requieren de una acción repetitiva de embalaje y las mujeres que desarrollan esta actividad son las principales afectadas.
Es por esto que la flamante Licenciada en Kinesiología y Fisiatría, Pamela Nicoletti, presentó como trabajo final para obtener el título en la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) un informe denominado “Síntomas y factores de riesgo en relación al síndrome del túnel carpiano en mujeres en una embaladora de una industria de frutas, en la ciudad de Villa Regina, Río Negro”
“Estas trabajadoras están expuestas a los movimiento repetitivos y las actividades manuales, en largas horas de la jornada laboral. El embalaje es un trabajo bimanual que se realiza en forma simultánea con ambas manos y es un movimiento contínuo de extensiones, apertura y cierre. La trabajora tiene que tomar la fruta de un tambor con una mano y con la otra embalarla, durante ocho horas”, contó en diálogo con NoticiasNet.
Las acciones repetitivas en extensas jornadas laborales y sin descanso suelen ser el principal factor de riesgo del síndrome de túnel carpiano. A cada unas de las trabajadoras que se les consultó, coincidieron en que la falta de recuperación es un problema.
Las embaladoras tienen una cierta cantidad de cajas que tienen que llenar por día y si ellas superan la cantidad exigida tienen una remuneración económica, pero depende de la velocidad con la que trabajen.
“Diferente sería si pudieran tomarse una pausa activa durante el día y así evitar el riesgo o los síntomas del túnel carpiano, porque la sintomatología sería menor y aumentaría la producción”, sostuvo Nicoletti. Y agregó: “el dolor puede empezar cuando uno está trabajando y luego se puede agravar el síntoma con debilidad de la musculatora del brazo. Luego la sintomatología va aumentando”.
Según expresó Nicoletti, la concientización permitiría reducir las complicaciones de salud en las mujeres embaladoras y mejoraría el rendimiento y la producción en las fábricas.
“Es fundamental educar y concientizar a los empleadores y las trabajadoras sobre los riesgos a los que ellas se ven expuestas al momento de realizar sus labores en las fábricas. Esto serviría para evitar futuras afecciones y prevenir que otras empleadas no lleguen a tener los síntomas o también dolores musculoesqueléticos o lumbares, porque están ocho horas paradas”, detalló
“El aspecto primordial a tener en cuenta es la concientización y educación, porque cuando uno se da cuenta a lo que está expuesto a partir de allí se pueden tomar medidas para mejorar evitar el ausentismo laboral por problemas físicos y mejorar la producción”, finalizó.
El trabajo final presentado por Pamela Nicoletti en la Sede Atlántica, donde se dicta la carrera, fue dirigido por la Licenciada Claudia Magra y el tribunal evaluador estuvo integrado por: los licenciados Matías Arce y Silvina Magagna, y el doctor Federico De Maio. La exposición fue calificada con una nota final de nueve.
fuente :https://www.noticiasnet.com.ar/noticias/2023/07/23/133571-el-esfuerzo-de-las-embaladoras-fruticolas-dio-lugar-a-una-investigacion-en-kinesiologia